Por Geoverty Sidel

Hay acciones que le evitan al ciudadano habitante de Quito y otras ciudades, multas y problemas ambientales. Veamos:

Sobre la contaminación de agua es importante evitar que vayan los aceites o lubricantes por el desagüe, la alcantarilla o en el sifón, porque pueden dañar los ecosistemas por donde circulan, además limpiar esa agua es muy complicado. En los hogares, el aceite comestible usado hay que depositar en una botella cerrada y se entrega en los gestores de residuos, o a lugares especializados que los reciben. Igual los aceites quemados, con una llamada muchos de estos gestores recolectan gratuitamente. Recipientes de lacas, pinturas, que tengan contacto con químicos también hay que entregar a gestores que se encuentran en la página de la Secretaría de Ambiente del Municipio. Además de tener conciencia de cuidar el ambiente, se evita multas.

Respecto al cuidado del agua en los hogares y negocios hay que revisar que no haya fugas, en los baños, en las llaves de agua, que además genera un incremento importante en las planillas de pago de agua. Para recolectar agua lluvia, se ponen tarros o recipientes, y luego vale para las plantas, los baños. Si se puede construir una estructura para captar el agua lluvia, qué mejor. Es importante que cuando prendamos la ducha hasta que se caliente el agua, se pueda recolectar en un recipiente, para cualquier uso: riego de plantas, lavado de ropa, etc. Igual cuando nos lavamos las manos, nos cepillamos los dientes, mejor cerrar la llave. Así no desperdiciamos el agua.

Entrega de desechos. Para coincidir con el camión recolector hay que ver en la página de Emaseo o 1800Emaseo y se encuentran los horarios según la zona. Hay que clasificar los residuos: 1. Orgánicos; 2. reciclables como plásticos papel cartón, y los 3. comunes que son servilletas sucias, restos de comida cocinada, basura de baños. También se pone aparte las pilas, los focos ahorradores ya usados, que son residuos especiales o peligrosos que se depositan en puntos gratuitos, por ejemplo, en mercados, centros comerciales. La localización de estos puntos se hace a través del internet.

En nuestro hogar separamos en diferentes fundas con diferentes colores, azul para plásticos; orgánicos, verde; comunes va con funda negra. Estos últimos van al camión de Emaseo, los otros dos a recicladores o gestores.

Desecho es algo que ya no vamos a procesar, se va al relleno sanitario. Un residuo todavía tiene una vida útil.

Respecto a las composteras, si las manejamos técnicamente no deberían producir olores ni atraer ningún tipo de plagas. Hay en internet técnicas sencillas para elaborar la compostera. Recomendaciones muy básicas: sobre una cama de tierra van cáscaras de frutas, semillas, pedazos de verduras, ramas, hojas, plantas, de preferencia no cocido. Se va cubriendo con otra capa de tierra, luego otra más, se pone un poco de agua sobre este material, muy poca agua. El abono podría generar ingresos, es toda una industria. Eso sí, como todo negocio hay que esforzarse mucho y abrirse camino poco a poco.

Es importante reducir el consumo en general, empaques, materiales, etc. En esta parte hay que considerar las 4 R: rechazar, reducir, re-utilizar, reciclar. Fíjense que lo último es reciclar, lo primero y mejor es rechazar, por ejemplo, en vez de ir al mercado y recibir todo en fundas plásticas, llevo un canasto o una funda de tela y llevo todas mis compras. He rechazado fundas plásticas. Igual caso con los sorbetes, que en medio del entorno se descomponen en 200 años promedio. Se rechaza el sorbete y ya.

Esto puede provocar tremendo ahorro para las empresas, si cambian de 2 empaques a 1. De x material a otro más eficiente y amigable con el ambiente.

Conclusión: Nuestra vida seguirá igual si no usamos fundas, sorbetes, empaques. Demos el paso.